El Diario de Sor Faustina Kowalska, titulado "Diario: La Misericordia Divina en Mi Alma", es una obra fundamental que recoge las experiencias místicas, visiones y escritos de la santa polaca, quien fue canonizada en el 2000. En este diario, Sor Faustina narra su relación íntima con Dios y la profunda revelación de la Divina Misericordia. El texto está dividido en varias secciones o libros, cada uno con temas y aspectos diferentes de su vida espiritual y sus visiones. A continuación se presenta un resumen de los principales libros o secciones del Diario:

Libro III: La Misión de la Misericordia
En esta sección, Sor Faustina describe la misión que le fue encomendada: propagar el mensaje de la Divina Misericordia. Aquí se incluyen instrucciones sobre la creación de la Fiesta de la Misericordia, la difusión de la devoción a la imagen de Jesús de la Misericordia y el establecimiento de la Hora de la Misericordia, un momento especial de oración a las tres de la tarde, hora en que Cristo murió.

El Diario de Sor Faustina Kowalska es una obra rica en espiritualidad y reflexión, que invita a los lectores a vivir la experiencia de la Divina Misericordia. A través de sus escritos, Sor Faustina ofrece un llamado a la conversión y a la confianza en la bondad de Dios, brindando un camino de esperanza y redención para todos.

La adoración de la hora de la Misericordia

En 1937 y 1938 el Señor Jesús le encomendó a Sor Faustina adorar la hora de su muerte: las tres de la tarde en punto, definida por Él mismo como : "(...) la hora de la gran misericordia para el mundo entero" (Diario, 1320), ya que a esa hora su Divina Misericordia "se abrió de par en par para cada alma" (Diario, 1572).

Jesús indicó que desea que a esa hora sea contemplada Su Dolorosa Pasión, que sea adorada y alabada la Divina Misericordia, y que por los méritos de Su Dolorosa Pasión supliquemos las gracias necesarias para el mundo entero y en especial para los pecadores.

Jesús reveló a Sor Faustina: "(...) En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. Hija Mía, en esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante" (Diario, 1572).

Contenido

- Breve historia sobre Sor Faustina
- Coronilla Divina Misericordia
- Novena Divina Misericordia
- Homilía de la Canonización de Sor Faustina